Lograr la película del cómico mexicano Mario Moreno, Cantinflas, fue un esfuerzo mayúsculo, porque sucedió en medio de la larguísima disputa familiar por la herencia del actor (que obtuvo su sobrino Eduardo Moreno Laparade) y porque los derechos de la biografía (que le pertenecían a su hijo Mario Moreno Ivanova) les fueron vendidos a la productora Kenio Films.
En 2013, todo estaba preparado para recrear lo más fielmente posible la vida del alguna vez considerado el Chaplin mexicano, desde sus inicios en las carpas, sus claroscuros como la soberbia, sus infidelidades, el día que derrotó a Marlon Brando en los Globos de Oro. Conocer un poco más del comediante era atractivo, sin duda, pero saber quién sería el actor que encarnaría tan importante rol, ahí estaba el detalle.
Fue una sorpresa cuando se anunció que Sebastián del Amo había elegido para el papel a un desconocido Óscar Jaenada, un actor español que para entonces ya había ganado el Goya por su película Camarón pero que poco o nada tenía que ver con el icono mexicano.
Si para muchos fue extraño, un mexicano en específico quedó destrozado por tal decisión: Celedonio Núñez, considerado el mejor imitador de Cantinflas.
Celedonio Núñez (51 años) es un actor que desde niño supo estar a gusto con la comicidad, se preparó académicamente en talleres y cursos de teatro en el Centro de Capacitación Artística de la Televisión Mexicana y en un curso propedéutico del Centro Universitario de Teatro que le han permitido interpretar y dar voz a más de 100 personajes (Alberto Vázquez, Tintán, Luismi, Juanga, José José, etcétera).
Pero fue su imitación de Cantinflas el parteaguas en su trayectoria: triunfó en el concurso Cantinfleando organizado por el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes (Conaculta) y en el programa Sábado Gigante Internacional. La fidelidad en voz, gestos, vestimenta quedaron demostrados en sus presentaciones en Siempre en domingo, Hoy, Al derecho y al Derbez, Parodiando, trabajos que llamaron la atención de Mario Moreno Ivanova para considerarlo para el filme biográfico.
"Pero así como digo una cosa, digo otra", y a Núñez no lo vimos en la pantalla grande.
"La película la iba a hacer yo", contó Celedonio en una reciente entrevista en el programa radiofónica La caminera. "Tuvimos junta con el hijo de Cantinflas y me dijo 'oye, se va a hacer la película, no necesitamos hacer casting, tú te la vas a chutear'". Con esa promesa, el comediante decidió hacer un cambio físico y bajó 15 kilos para ser más parecido a su ídolo, que siempre fue delgado.
Pero el proyecto sufrió cambios y el mismo Moreno Ivanova le soltó la terrible noticia de que ya no estaba considerado para el papel. "Sí lloré, la neta", confesó. Si el dolor por haber perdido la oportunidad ya era grande, no se esperaba la petición que le hizo enseguida: "me están pidiendo que busque a alguien que entrene a Óscar Jaenada porque él no ha venido a México, es la primera vez que va a venir a México, no tiene amigos mexicanos, entonces se le va a complicar hablar como Cantinflas, tú que tienes todo...".
Jaenada siempre fue consciente del reto. En una entrevista con el diario La Vanguardia habló de ello. "Fue realmente difícil encontrar a Mario Moreno y encontrar la confianza en las personas que yo quería que me hablaran de él sin que pensaran que era un imposible al ser español". Por eso era importante que Celedonio se sumara, aunque indirectamente, al proyecto.
En un principio se negó. Celedonio consideraba que sus 20 años de trabajo, estudio, análisis del personaje no podía entregarlos por unas semanas de convivencia con el español.
"Mi esposa fue quien me ubicó. "Si no haces lo que te están pidiendo, el resultado de la película un día vas a verla y vas a decir 'no, pudieron haberlo hecho así'".
Y aceptó. "Me brillaron el billete", admitió antes de soltar una carcajada.
Jaenada pasó seis meses en México entre la preparación del personaje y el rodaje. "Me encargué de los matices, literalmente le grabé el guion entero con la voz de Mario Moreno y con la voz de Cantinflas, lo que hizo él fue aprendérselo. De hecho tuve dos, tres equivocaciones en el guion y él se aprendió mis equivocaciones ¡y pues él se lo aprendió!".